El sol interviene en la síntesis de vitamina D, ayuda a mejorar el estado anímico y a prevenir la depresión, fortalece el sistema inmune y regula la presión arterial. Sin embargo, la exposición a sus radiaciones también tiene efectos nocivos que es necesario mantener a raya con una protección solar adecuada (es conveniente utilizar como mínimo un FPS 30).
Pero además de utilizar crema con protección solar, existen más formas de ayudar a nuestra piel: Sigue leyendo