BAÑO SPA EN CASA

Baja la intensidad de la luz, enciende unas velas o incienso, y pon música chill out. En unos minutos habrás creado la mejor atmósfera para disfrutar de tu propio SPA en el baño de tu casa:

Regula la temperatura del agua. Es importante porque, si optas por el agua muy caliente, superando los 40ºC, te vendrá muy bien para eliminar contracturas y tensiones musculares localizadas; además te hará conciliar el sueño. Pero eso sí, el baño no puede durar más de cinco minutos, especialmente si tienes la tensión baja. Además, recuerda que el agua muy caliente aumenta la flacidez.

La temperatura más adecuada para darte un baño largo, nunca superior a 20 minutos, tiene que ser similar a la temperatura corporal, es decir, entre 36 y 38 grados. Así consigues relajarte y sacar el máximo partido a los cosméticos vertidos en el agua.

– Elige las esencias que vas a echar en el agua para conseguir el efecto que necesitas:

. Sales de baño. Todas tienen un ligero efecto exfoliante y algunas, como las del Mar Muerto, poseen efectos terapéuticos. Procedentes del Mar Muerto, relajan y tonifican los músculos, al tiempo que la piel se beneficia de las propiedades de sus minerales.

. Aceites esenciales. Son volátiles y muy concentrados, por lo que no se deben usar más de 8 gotitas cada vez. Hidratarán tu piel y te beneficiarás de sus principios activos. Cada aceite tiene propiedades únicas; mezclado con otros intensifica sus cualidades y se obtienen beneficios nuevos.

Elige tu aroma: Geranio (tónico y astringente, cura el dolor varicoso), lavanda (de los más usados por ser un buen sedante)…

– La exfoliación es lo primero que debes hacer antes de tu inmersión en la bañera. Sobre la piel húmeda, coge un poco de productos en ambas manos y aplícatelo desde los tobillos hasta el cuello, con movimientos circulares y ascendentes (siempre en dirección al corazón, es decir, a favor de la circulación de retorno). Este masaje, además de eliminar las células muertas, te reactiva la circulación.

– Mientras estás sumergida en la bañera puedes aprovechar para ponerte una mascarilla en el pelo que lo nutra en profundidad. También límpiate el rostro y aplícate una mascarilla exfoliante; Aprovecha el vapor del agua caliente para dejarla actuar y que el producto penetre.

Al terminar aplícate un chorro de agua tibia, y después un poco más fría, para activar tus músculos y circulación. Empieza primero desde los pies y ve subiendo con movimientos ligeramente circulares hasta el cuello y hombros, pasando por piernas, tronco y brazos.

Cuando te seques, deja algunas gotitas de agua en tu cuerpo para que la emulsión que se produce entre el agua y el aceite penetre mejor en tu piel. Date palmaditas con las manos, lo que activará aún más la circulación. Finalmente, aplícate una gruesa capa de loción hidratante en todo el cuerpo.

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