CUIDADOS A LOS 50 AÑOS

A los 50, el cambio hormonal implicado en la menopausia se traduce en pérdida de elasticidad, que empieza a ser evidente en cuello y mandíbula; las manchas faciales se hacen más grandes y la piel se vuelve más seca. Si tienes la piel grasa tardarás más en notar estas huellas.

Ocurren cambios de volumen (debidos a la disminución del tejido graso) y aparece la flacidez del SMAS (Sistema Muscular Aponeurótico Superficial).

Tu piel se ha vuelto más delgada, la punta de la nariz cae y comienza a reabsorberse la grasa facial, afilando tus facciones.

A las arrugas y la flacidez, que estarán atenuadas si has cuidado tu piel, se suma la falta de uniformidad en el tono; Las manchas empiezan a ser cada vez más visibles.

Mima tu cuello y escote, las zonas más críticas, ya que se evidencian las líneas horizontales en el cuello (arrugas “del collar”) y la papada.

Los hábitos de vida son determinantes. Si has tomado mucho el sol, el fotoenvejecimiento será muy acusado y te hará aparentar más años. En cuanto a fumar, estudios confirman que las mujeres fumadoras tendrán el triple de arrugas respecto a quienes no consumen tabaco, en el caso de los hombres, tendrán el doble.

Además de los siempre imprescindibles limpieza-hidratación-nutrición, tu piel necesita principios activos lo suficientemente potentes como para mejorar su aspecto, devolviéndole la juventud perdida.

TU RUTINA DE BELLEZA

EXTREMA LOS CUIDADOS

– CUIDADOS BÁSICOS. Protección solar y una crema anti-edad diurna con vitamina C u otros activos antirradicales libres. La exfoliación pasa a hacértela cada 15 días, pues a esta edad la piel es mucho más sensible.
En este período la mujer pierde cada año de media 2,1% de sustancia colagénica, por lo tanto requiere productos que redensifiquen su cutis. Y no te olvides de los anti-manchas, tanto para combatirlas como para prevenirlas.

– CUIDADOS ESPECÍFICOS. Sérums y cremas con activos anti-edad como el ácido hialurónico, retinol o colágeno. Añade cuidados específicos para el contorno de ojos.
Es muy importante que la cosmética nocturna incluya elastina y/o colágeno para recuperar firmeza, además de vitaminas A, C y E (antioxidantes).
Los productos con calcio ayudarán, a su vez, a reforzar tu piel y que ésta no se descuelgue (podemos encontrarlo en, por ejemplo, la arcilla rosa y el aceite de germen de arroz).
Usa también contorno de labios, las arrugas empiezan aquí a ser más profundas.

DALE A TU PIEL MÁS FIRMEZA

En esta década se produce una pérdida de colágeno que hace que la piel, más fina y sensible, tienda a perder firmeza. Una pérdida que se ve agravada con la carencia de hormonas femeninas durante la menopausia. Además, las manchas se instalan en rostro y dorso de las manos, y el código de barras (las arruguitas alrededor de la boca) se hace más evidente.

VER Post CUIDADOS DURANTE LA MENOPAUSIA

APARICIÓN DE MANCHAS

Es un problema que afecta al 90% de las mujeres de más de 50 años. Así que, además de la crema nocturna, se puede optar por cosméticos despigmentantes, o productos con ácidos kójico, retinoico o glicólico.
Ante las manchas es mejor prevenir que curar, con el uso de factores de protección adecuados. En la mayoría de los casos, los daños solares (discromías, lentigos solares, deshidratación cutánea, arrugas) tienen solución con peelings, hidratación diaria facial y diversos tratamientos según el problema a solucionar.

CUIDADO CORPORAL

Tu cuerpo tiene una flacidez generalizada (más visible en zonas como el pecho) que necesita de constantes cuidados. Una alimentación rica en proteínas, ejercicios específicos de tonificación (imprescindibles) y tratamientos anti-aging que favorezcan la producción de colágeno y elastina te resultarán muy útiles.
Durante la menopausia la relentización del metabolismo se hace más evidente, al tiempo que la grasa pasa a acumularse en la zona central del cuerpo.

Consume cromo y omega 3, que te ayudan a metabolizar mejor las grasas y los azúcares. El cromo lo encuentras, por ejemplo, en germen de trigo, cereales, fruta o lácteos. Y el omega 3 en el pescado azul y las semillas de lino y de chía. También consume triptófano, el aminoácido precursor de la serotonina u “hormona del bienestar”. Su consumo te ayuda a controlar la ansiedad por comer. Lo encuentras en plátano, leche, avena, pipas… Y bebe más para eliminar toxinas. Si te cuesta beber agua, opta por las infusiones, caldos, o frutas y verduras ricas en agua como la sandía o el pepino.

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