La noche es el momento perfecto para que la piel se repare. No hay sol ni otras agresiones medioambientales, disminuye el estrés y las células se regeneran a más velocidad, así que la piel está en el punto óptimo para aprovechar nutrientes y principios activos de tus cosméticos mientras duermes.
La piel nunca duerme. Como cualquier otro órgano del cuerpo, sigue funcionando sin descanso. Pero por la noche su ritmo cambia. De hecho entre las 23 horas y las 4 de la madrugada es cuando alcanza su actividad máxima. En ese momento, la piel acelera su actividad y se dispone a reparar los daños acumulados que ha recibido durante el día.
Es el momento exacto en el que hay que dar a la piel todos los activos que necesita, ya que en ese preciso momento los aprovechará al máximo.
Las células dérmicas cumplen un ciclo alterno de protección (diurna) y de reparación (nocturna). Los daños sufridos por causa de los rayos UV, la contaminación ambiental, los radicales libres y otros elementos, se reparan durante el período nocturno con una producción extra de colágeno y elastina, algo que puedes fomentar con el uso de los cosméticos por la noche. Ese trabajo nocturno hará que, al día siguiente, te levantes con buen aspecto y la piel descansada y regenerada. De ahí la importancia de llevar a cabo un ritual diario: limpieza exhaustiva, sérum y tratamiento nocturno.
El sueño es el momento del día donde todos los procesos de reparación del organismo se ponen en marcha. Dormir bien es un hábito de vida tan importante como comer sano y hacer ejercicio. Dormir es necesario, al menos de 7 a 9 horas, e influye en el estado de la piel y el cabello.
Un mal descanso provoca malestar, cansancio, irritabilidad… y, con el paso del tiempo, produce un envejecimiento precoz. Y la piel será el reflejo de ese envejecimiento y cansancio acumulado.
Muchos son los factores que pueden provocar un sueño de mala calidad:
. Al envejecer la calidad del sueño empeora debido a una disminución de la melatonina, la hormona responsable de sincronizar los ritmos del organismo. El pico de melatonina (acrofase) se produce a las 2 o 3 de la madrugada. Con la edad este pico de melatonina es cada vez más bajo.
. Hacer ejercicio físico intenso a última hora del día.
. La alimentación. Las cenas deben ser ligeras, de una a dos horas antes de acostarte, evitando alimentos y bebidas excitantes.
. El estrés, cambios de turnos laborales, el entorno del dormitorio (temperatura, ruido…).
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