¿QUÉ ES LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS?

En torno al 60% de nuestro peso está compuesto por agua. Este agua, que se encuentra dentro y fuera de las células, forma parte de nuestra sangre y ayuda a transportar importantes nutrientes que alimentan a nuestras glándulas, huesos y músculos. Además, también facilita la eliminación de toxinas.

En condiciones normales, nuestro organismo tiene un mecanismo de regulación de los fluidos. Por eso si bebemos mucha agua u otro líquido, no aumentamos de peso, porque los riñones eliminan el exceso en forma de orina.

Pero en algunas ocasiones este equilibrio se ve alterado por causas muy diferentes, que a veces se suman… Es imprescindible identificar la causa que provoca la hinchazón para combatirla. El ciclo menstrual, una mala circulación, estreñimiento, una alimentación inadecuada o el mismo calor del verano pueden ser el origen de una retención de líquidos.

Los motivos más frecuentes de la acumulación de líquidos son los siguientes:

LA MALA CIRCULACIÓN (PIERNAS PESADAS E HINCHADAS)

Una de cada cinco mujeres se ve afectada por problemas circulatorios, cuyos síntomas son pesadez, hormigueo, hinchazón… Estas molestias suelen ceder con el reposo, pero también es cierto que empeoran en verano; El calor agrava los problemas vasculares existentes porque dilata los capilares, ralentizando aún más la circulación.

– No expongas las piernas durante tiempos prolongados al sol.

– Realiza automasajes. Con un gel de aloe vera, guardado previamente en la nevera, masajea lentamente tus piernas desde el pie hacia el muslo con movimientos circulares y ascendentes. Hazlo durante al menos 5 minutos.

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– Ducha de agua fría. Puedes ducharte normal, con agua templada eso sí (nunca caliente) y finalizar con varias tandas de agua fría alternadas con templada. Para acabar con agua muy fría sobre las piernas.

– Descansa con las piernas elevadas sobre un reposapiés. Y procura dormir con las piernas elevadas unos 10 cm por encima de la altura de tu cintura.

– Realiza ejercicios levantando las piernas como si hicieras bici en el aire o rotando los tobillos.

HÁBITOS QUE EMPEORAN LA SITUACIÓN

Nuestro estilo de vida es determinante: el sedentarismo, permanecer muchas horas de pie, el estreñimiento, dormir poco o en mala postura también puede provocar retención de líquidos.

Todos estos hábitos ralentizan la circulación de la sangre y restan oxigenación al organismo.

– Muévete, lo mejor es andar, sobre todo en caso de varices. Si por trabajo te pasas mucho tiempo sentada, al menos levántate una vez cada hora y mueve de vez en cuando los dedos de los pies.

– Las personas que duermen 8 horas de noche y siesta de día (20 min) se levantan con menos síntomas. Pero ten en cuenta que dormir boca abajo dificulta la correcta circulación de los líquidos.

– Si la retención se acumula en las extremidades inferiores, túmbate y eleva los pies al menos una hora por las tardes. Y no uses ropa ajustada.

– Aprovecha el agua, ya sea en la bañera, la piscina o la playa y mueve las piernas; La presión del agua favorece la expulsión de líquidos.

– LAS HORMONAS. EL SPM NOS HINCHA

Cuando ovulamos aumentan los niveles de progesterona y también de una hormona antidiurética llamada aldosterona, responsable de que aumente la retención.

Hay mujeres que en esta fase aumentan 2 o 3 kilos, pero es temporal, se trata de una retención transitoria.

– Consume pescado, preferiblemente azul, porque el omega 3 que contiene ayuda a drenar durante el SPM

– Aumenta el consumo de cereales integrales, verdura de hoja verde, proteínas y lácteos, ricos en B6, una vitamina que estabiliza los niveles hormonales.

– Si notas que tu retención está relacionada con tus hormonas (te sientes hinchada antes del periodo, por ejemplo), toma aceite de onagra, ya que ayuda a regular los niveles hormonales. Además, contiene una sustancia (ácido gammalinolénico) que reduce los niveles de sustancias inflamatorias que se producen en el organismo.

– EL CALOR Y LAS COMIDAS SALADAS

En verano consumimos más productos enriquecidos con sodio y además sudamos más debido al calor. Todo ello provoca un desequilibrio que el organismo compensa reteniendo líquidos, porque el cuerpo elimina el exceso de sodio diluyéndolo en agua. Para ello activa varias hormonas que actúan sobre el riñón, de forma que retenemos más líquidos. Por otro lado con el calor sudamos más, lo que nos hace perder agua y minerales y el cuerpo también activa las hormonas poniéndose en modo “ahorro de agua”.

– Consume menos sal y más alimentos diuréticos, alimentos ricos en potasio (apio, plátano, espárrago) para que tu cuerpo se vea obligado a “soltar” líquido.

– Hidrátate. Cuanto más líquido tenga tu cuerpo menos necesidad tendrá de retenerlo. Toma agua, bebidas isotónicas, granizados, zumos..

Para ayudar al riñón a eliminar los desechos hay que tomar al menos dos litros de líquidos al día. Lo mejor es beberlos repartiéndolos a lo largo del día, así no te sentirás hinchada cuando llegue la noche ni te despertarás con sensación de hinchazón. Si además lo que tomas son infusiones de plantas o licuados de frutas y verduras con efecto depurativo, reducirás el volumen que te sobra más fácilmente.

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