CUIDADOS PARA LA PIEL MADURA

Arrugas, flacidez, sensibilidad cutánea, exceso de grasa, brotes de acné adulto…

Si la hidratante que estabas usando ahora se te queda corta (las arrugas y la pérdida de firmeza son más evidentes y te notas la piel cada vez más áspera, reseca y tirante) emplea un producto antiedad para pieles sensibles que combata los signos de la edad al tiempo que respete la naturaleza de tu cutis, más reactivo. Busca en su formulación ingredientes como la niacinamida (vitamina B5), el ácido hialurónico, el agua termal, etc.

Los sprays de agua termal rehidratan la piel en profundidad, frenan el envejecimiento prematuro y proporcionan una agradable sensación de bienestar, frescor y confort a las pieles sofocadas, irritadas o alteradas.

Tratamiento reparador: Y, en momentos de crisis, confía en las mascarillas calmantes a base de prebióticos. Dan un respiro a las pieles más sensibles porque restauran y fortalecen la barrera de defensa cutánea. Como resultado, reducen las rojeces, la tirantez y la sequedad extrema.

Si tienes más de 40 años y continuas con brillos en la cara busca texturas más ligeras. Muchas hidratantes para el cuidado de la piel madura pueden dejar el cutis grasiento y con antiestéticos brillos en la zona T a las personas con pieles mixtas o grasas.
Utiliza una crema antiedad correcta para tu tipo de cutis, que alise y corrija la flacidez sin dejar residuos grasos ni sensación de pesadez porque sea “oil free”, no comedogénica y muy ligera.

Como tratamiento intensivo, prepara mascarillas a base de arcilla verde. Este ingrediente, excelente reafirmante natural, te ayudará a absorber los excesos de sebo. Y, una vez por semana, exfolia la piel con una loción a base de árbol de té, aceite de jojoba o hamamelis.

¿Poros dilatados? Luce una piel libre de imperfecciones. El principal signo de envejecimiento de la piel grasa no son las arrugas, sino la flacidez. El óvalo del rostro pierde definición y los poros de la piel se hacen más visibles por la pérdida de elasticidad. Utiliza un sérum reductor de poros.

Cutis con rojeces: Como paso previo a la crema de día, utiliza un sérum antirojeces. Desde la primera aplicación, refuerza las paredes de los capilares y alivia las irritaciones. Es un bálsamo reparador para tu piel.

Sufres acné tardío: El acné adulto tiene un fuerte componente hormonal y se ve muy influenciado por el estrés y el tabaco. Ante todo, se muy escrupulosa con la limpieza facial, prueba las lociones sin jabón (limpiadores “syndet”). Por otro lado, asegúrate de que empleas cosméticos y productos de maquillaje no comedogénicos para evitar que los poros se obstruyan y den lugar a puntos negros, espinillas y granos.

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