PIEL PERFECTA SIN POROS DILATADOS

Aunque este tipo de imperfección suele asociarse a pieles jóvenes y grasas, lo cierto es que los poros abiertos también son frecuentes en personas de más de 30 o 40 años debido a la pérdida de elasticidad.

Estos diminutos orificios permiten que la piel transpire y actúe como un eficaz regulador de la temperatura, eliminan toxinas y segregan grasa, una de la sustancias encargadas de mantener en equilibrio el film hidrolipídico que protege el cutis del exterior. Aunque minimizar su tamaño no es fácil, es un paso imprescindible para lucir una piel más fina y luminosa.

15- 25 AÑOS: LA LIMPIEZA ES FUNDAMENTAL

En la zona “T” del rostro, los poros se hacen más visibles porque es ahí precisamente donde hay más glándulas sebáceas. Si bien su tamaño viene predeterminado por la genética, las pieles grasas son más propensas a sufrir este tipo de imperfección.

Manteniendo la piel limpia, los poros se verán más pequeños. Y es que, cuando estas pequeñas aberturas de la piel se llenan de sebo, se ensanchan aún más. Para que la acumulación de impurezas y suciedad no obstruya los poros (apareciendo los puntos negros) utiliza, mañana y noche, un limpiador específico para tu tipo de piel. Y no te saltes el tónico, un producto diseñado, precisamente, para sellar la piel.

Si tienes la piel grasa, es ideal exfoliar el rostro una o dos veces por semana.

Por último, controla el estrés. Debido al desarreglo hormonal que provoca, tu piel segrega un extra de grasa, por lo que te costará aún más mantener los poros bajo control.

30- 45 AÑOS: UN SIGNO MÁS DE LA EDAD

Con el paso del tiempo, la piel pierde elasticidad y con ello su capacidad de mantener el tamaño del poro reducido; entre los 30 y 45 años, su diámetro puede llegar a duplicarse.

Retirar las células muertas con un producto exfoliante, una o dos veces al mes, te permitirá lucir una piel más lisa y uniforme.

Además de usar una hidratante de efecto tensor (el retinol es uno de los mejores activos a la hora de afinar la piel, mejorar su elasticidad y potenciar la luminosidad). Bajo la crema hidratante puedes usar un sérum de efecto “lifting” y eventualmente ampollas “flash”.

Es aconsejable evitar el tabaco y el exceso de sol. Ambos atacan las fibras que dan sostén a la dermis, haciendo que los tejidos se relajen y los poros se “deformen”.

Además ¿Te brilla la piel?

Emplea una crema de efecto mate o aplica bajo tu hidratante un cuidado ultramatificante que minimece los poros. También utiliza con regularidad mascarillas a base de arcilla blanca o verde; Absorben la grasa y la suciedad que obstruyen los poros.

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