El ritmo de vida actual, el estrés, las jornadas laborales intensas, el tráfico en los desplazamientos… pueden llevarnos a estados de fatiga y falta de energía al final del día.
Las tareas diarias, a veces excesivas, nos pueden provocar estrés, ansiedad y un gran cansancio, principalmente, agotamiento mental.
Este estado de astenia (debilidad o fatiga) se caracteriza por una sensación de cansancio, malestar general y debilidad muscular. Debemos saber diferenciarla de la fatiga, una sensación de agotamiento por falta de energía que impone una necesidad imperiosa de descansar. En este caso puede ser consecuencia de un exceso de trabajo, insomnio, preocupaciones o falta de actividad física.
Es muy conocida la astenia primaveral, aunque en realidad se puede padecer durante todo el año, si bien en los cambios de estación, principalmente otoño y primavera, tiene mayor incidencia.
CAUSAS DE LA ASTENIA
Se debe a diversos factores que provocan debilidad o pérdida de fuerza. Las causas más frecuentes son edad avanzada, embarazo, sedentarismo, depresión, ansiedad, estrés y otras enfermedades como la distrofia muscular, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica…
Además existen múltiples causas físicas y psicológicas que pueden desencadenar un cuadro de astenia: Alteraciones del sueño, dolor crónico o agudo, alergias que provocan asma, hipotiroidismo, anemias, nivel bajo de defensas, consumo de alcohol/drogas, depresión, ansiedad y estrés, y algunos tipos de medicamentos y diversos tipos de cáncer y sus tratamientos.
SÍNTOMAS
Sus principales síntomas son un continuo estado de fatiga física y mental provocando disminución de la vitalidad y las ganas de hacer cosas
TRATAMIENTO
Para combatir la astenia es muy aconsejable realizar un tratamiento depurativo para desintoxicar el organismo, mediante el seguimiento de una alimentación equilibrada y la toma de suplementos vitamínicos. También es importante practicar ejercicio físico con regularidad, adaptado a cada persona. Además, podemos combinarlo con ejercicios de meditación o relajación.
Respecto a tratamientos naturales, destacan efectos de plantas como:
Ginseng: aumenta la vitalidad, refuerza la actividad mental y fortalece el estado físico.
Jengibre: posee un poder estimulante gracias a su sabor picante. Aumenta la vitalidad.
El euterococo siberiano: estimula la memoria y el apetito. Prepara el cuerpo para resistir mejor el esfuerzo.
Guaraná: es rica en calcio, fósforo, potasio y magnesio. Tiene propiedades antidepresivas y potencia la actividad intelectual.
Maca: alto contenido en hierro, fósforo, calcio y vitamina E. Actúa como vigorizante y reconstituyente, es ideal para cuadros de agotamiento físico y psíquico.
Suplementos dietéticos: los que contienen vinagre de manzana, jalea real, polen, levadura de cerveza o L-carnitina tienen propiedades depurativas, tonificantes y estimulantes.
Algunos oligoelementos también pueden aumentar nuestras reservas de energía.
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