Párate un momento a pensar cuánto tiempo llevas usando la misma crema y recuerda que las necesidades de tu piel van cambiando con el paso del tiempo. Factores hormonales, climáticos, ambientales, etc., pueden variar, y mucho, las exigencias de tu piel.
Además, es necesario que identifiques si tu cutis pueda estar sufriendo alguno de los problemas más comunes: brillos, arrugas…
Si empiezas a utilizar ya el tratamiento que te conviene, en seguida notarás la diferencia: se atenuarán las arruguitas, tu tez ganará luz, se borrarán los brillos y ganarás confort ¡Elige tu cosmético idóneo!
¿Tu piel parece siempre grasa, tus cremas te dejan la piel con brillo e, incluso, te producen granitos?
Tu crema ideal te debe ayudar a controlar la grasa, los poros dilatados y los granitos, dejando la piel satinada:
. Busca cremas sin aceite. Son las denominadas “oil-free”, es muy importante que no contengan ingredientes grasos, no solo aceites, tampoco mantecas ni ceras.
. Cremas no comedogénicas, para asegurarnos de que evitan la formación de comedones (puntos negros, espinillas) y de granitos de acné.
. Los mejores activos para ti serán los hidroxiácidos y derivados cosméticos de la vitamina A, como el retinol y el retinaldehído.
. Evita algunos ingredientes como el mentol, el eucaliptus y el alcohol, en altas proporciones resultan irritantes para la piel, y esta se defenderá activando aún más la formación de la grasa.
. Realiza gestos suaves al aplicar tu hidratante; Tras limpiar la piel en profundidad, aplica la crema masajeando suavemente.
. No utilices productos muy densos y poco fluidos, hacen que el sebo se acumule en la superficie de los poros y los obstruya, formándose comedones en los pómulos y apareciendo puntos negros en la zona T (frente, nariz y barbilla)
. Evita activos irritantes; Si el producto enrojece mucho la piel y sientes un calor intensos la está dañando y puede acabar ocasionando inflamación o una alergia. Si tu piel es frágil evita las cremas con ácidos o tipo peeling. Recuerda que puedes eliminar el exceso de sebo con activos exfoliantes suaves.
. Buenos hábitos: Aunque el estado de la piel suele tener mucho más que ver con la genética y las hormonas, la alimentación también influye. Las dietas ricas en hidratos de carbono son muy poco recomendables. Además, para mantener la piel hidratada es importante beber mucha agua y evitar el estrés ¿sabías que este es capaz de generar más cantidad de andrógenos, precisamente las hormonas que estimulan las glándulas sebáceas?
