La temporada de algunos de los alimentos más ricos en betacarotenos es la primavera y el otoño, precisamente la época en la que más necesitamos este pigmento.
Por un lado, este compuesto que tiñe de naranja las frutas y las verduras protege la piel frente a los efectos negativos del sol y, por el otro, ayuda a rehidratarla, lo que alarga y embellece el bronceado.
Añade a tu lista de la compra calabaza, boniato y orejones, alimentos de otoño que hoy en día pueden adquirirse todo el año, y zanahorias (de mayo a enero están en su mejor momento). También caquis y mandarinas.
La deshidratación cutánea descama la piel, favorece el envejecimiento y propicia la despigmentación. El germen de trigo frena esta reacción; para un plus de hidratación agrega una cucharadita a los cereales del desayuno o al yogur. Este complemento dietético renueva la piel agredida, gracias a su contenido en zinc, y revitaliza el bronceado, debido a su aporte en betacarotenos. Constituye, además, la mejor fuente natural de vitamina B1, un nutriente que hidrata de forma intensa desde el interior.
Aunque la duración del bronceado depende de muchos factores, como la naturaleza de la piel, estos alimentos te ayudan a estirar unas semanas más este efecto tan favorecedor de tu piel:
COCO RALLADO. El coco, además de destacar por su aporte en zinc, un fabuloso regenerador de la piel, y de selenio, un antioxidante que ayuda a compensar los excesos de sol, también aporta cobre, un mineral que potencia el bronceado desde el interior.
PIMIENTO ROJO. En esta época del año conviene hacer una cura de vitamina C, no solo para reforzar nuestras defensas de cara al otoño, también porque este nutriente ilumina la piel al tiempo que frena la pérdida de firmeza, un efecto colateral de tomar el sol.
Los pimientos rojos doblan el contenido de vitamina C de los verdes. Compra también tomates, espinacas, brócolis, bayas del bosque, kiwis y naranjas.
PEREJIL. Aunque la clorofila impide apreciar su riqueza en betacarotenos, un pigmento de color anaranjado, el perejil es una fuente excepcional de este colorante natural, utilízalo en tus batidos verdes.
PISTACHOS. Este fruto seco tiene una composición única, ya que aporta altas dosis de pigmentos antioxidantes de la talla de los betacarotenos y la luteína, Además, es una extraordinaria fuente de vitamina B3 y E, dos excelentes reparadores de la piel.
SOPAS FRÍAS PARA TU PIEL
– De tomate y sandía. Este plato no puede ser más rico en licopeno, el pigmento que tiñe estos alimentos de color rojo. Este activo no solo revitaliza el moreno, también ayuda a compensar algunos de los efectos nocivos del sol debido a su potente acción anticancerígena y antiaging.
– De calabaza y naranja. Si, además de mantener el bronceado, quieres someter a tu piel a una cura de firmeza (los excesos de sol favorecen la flacidez) añade a la crema de calabaza zumo de naranja. Esta receta aporta buenas dosis de silicio y de vitamina C, dos nutrientes que estimulan la creación de fibras tensoras bajo la piel.
– De pepino, melón y menta. Siempre que no peles el pepino, esta crema vegetal alarga la vida del moreno de tu piel, al tiempo que ayuda a mantenerla más joven. Aprovecha además el poder depurativo de sus ingredientes.
