SERUMS: SUEROS DE BELLEZA

El sérum es un cosmético de base acuosa de gran eficacia, gracias a su riqueza en activos y su gran poder de penetración.

Los sérums se diferencian de las cremas en que contienen una mayor concentración de activos, lo que les permite actuar con más intensidad y brindar resultados más rápidos y notables. También su absorción es mejor; Sus texturas son más finas y fluidas, por lo que penetran rápidamente en la piel y, además, consiguen llegar a zonas profundas donde las cremas tradicionales no alcanzan. Otra diferencia es la ausencia de grasa. A diferencia de algunas cremas antiarrugas, antisequedad o antienvejecimiento, que pueden incluir mayor porcentaje de lípidos, los sueros no llevan este tipo de ingredientes o lo hacen en dosis bajísimas, de modo que tanto las pieles secas como las grasas pueden usarlos sin ningún problema.

En sus inicios, los sérums estaban destinados a pieles muy avejentadas y estropeadas. Pero lo que empezó siendo un cosmético solo antienvejecimiento se ha diversificado, y hoy hay fórmulas muy variadas para tratar cualquier tipo de problema de la piel.

Es recomendable su uso en múltiples situaciones:
– Siempre que sufras un problema concreto y las cremas no basten.
– En casos puntuales (piel deshidratadas tras el verano, piel sensible en invierno, como preparación frente a una intervención o tratamiento de cabina…) puedes realizar una cura de 8 días.
– Estas curas también pueden hacerse un par de veces al año con el objeto de combatir condiciones crónicas como la sequedad o la falta de luminosidad.
– Para combatir el paso del tiempo, a partir de los 40-50 años y según el grado de envejecimiento, pueden hacerse curas o incluirlo directamente como un gesto previo a la crema en el ritual de belleza diario.

El sérum podría sustituir a tu crema habitual, pero para ello tienen que darse dos condiciones: que hidrate bien y que no tengas la piel seca. Hay que tener en cuenta que, al ser carente o pobre en lípidos y penetrar tanto en la piel, el suero no deja una barrera protectora sobre su superficie. Eso significa que las pieles secas y dañadas necesitarán el refuerzo superior de una crema para evitar la fuga de hidratación y las agresiones medioambientales.

Al utilizar el sérum, se usan solo unas gotas porque son fórmulas tan concentradas que es suficiente con dos o tres dosis. Lo que exceda de esta cantidad satura la piel y ésta no lo aprovecha, con lo cual no se consigue más que desperdiciar el producto. Además, como su textura es tan fluida, no se precisa una cantidad mayor para extenderlo con facilidad por rostro, cuello y escote.

Un sérum puede combatir prácticamente todos los problemas que trata cualquier tipo de crema, todo depende del tipo de ingredientes activos que se incluya en su fórmula. Hay sérums antiarrugas, reafirmantes, antimanchas, calmantes, tensores, hidratantes, iluminadores, reparadores…

VER Post CÓMO APLICAR EL SÉRUM PASO A PASO

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