LA IMPORTANCIA DE EXFOLIAR LA PIEL

Las células de nuestra piel se renuevan constantemente. La exfoliación acelera este fenómeno natural, eliminando las células muertas que se acumulan en la superficie de la piel impidiéndole respirar, y estimulando la regeneración celular.
Al aplicar productos exfoliantes mediante un ligero masaje activamos la circulación, desintoxicamos la epidermis eliminando células muertas y otras impurezas, permitiendo así una mejor oxigenación de las células, y prevenimos el envejecimiento cutáneo.
La exfoliación limpia y purifica, tonifica tu cuerpo, activa la microcirculación, ayuda a combatir la piel de naranja y celulitis, y evita que el vello se enquiste.
Además, todas las cremas, ya sean hidratantes, antiedad o anticelulíticas, aplicadas posteriormente a la exfoliación, serán más eficaces ya que penetrarán mucho mejor en la piel.
Todo esto se traduce en una piel mucho más suave, brillante y flexible, además de ayudarnos a disimular cicatrices y marcas. El hábito de exfoliar la piel mejora su aspecto notablemente.

¿Con qué frecuencia es recomendable exfoliar la piel en nuestra rutina de belleza? Todo depende del tipo de piel: cada quince días es suficiente en las pieles secas y sensibles (la exfoliación ayuda a eliminar la sequedad de la piel), una vez a la semana en una piel normal, y dos veces a la semana en pieles grasas (ayuda a regular la piel grasa).

Cómo realizarla:

EXFOLIACIÓN FACIAL
Comienza limpiando antes el cutis. Aplica posteriormente el exfoliante con la yema de los dedos y aprovecha para darle a tu piel un estimulante masaje (evitando la zona de los ojos y los labios). Es siempre conveniente aplicar el exfoliante con el rostro húmedo, dando ligeros masajes circulares (evitando frotar o aplicar presión, esto solo causaría enrojecimiento) del interior de la cara hacia el exterior, siempre hacia arriba. No olvidar el cuello y escote.
Posteriormente aclara con agua tibia y seca suavemente el cutis.
Es recomendable realizar este tipo de tratamiento por la noche. En caso de hacerlo por la mañana, no hay que olvidar aplicar después una hidratante con filtros protectores.

EXFOLIACIÓN CORPORAL
Realiza suaves masajes circulares, con la piel siempre húmeda, desde los pies hasta los hombros, pasando por las piernas, muslos y nalgas, vientre, la espalda y el pecho (con especial cuidado ya que es una zona muy sensible).
Puedes incidir en zonas específicas como codos y rodillas.
Posteriormente aclara con agua caliente, acabando con un chorro de agua fría para tonificar, y seca la piel cuidadosamente después.

VER Post EXFOLIACIÓN CORPORAL

Después de toda exfoliación, ya sea facial o corporal, es importante aplicar un hidratante para restaurar la capa protectora de la epidermis.

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