ACEITE DE JOJOBA: EQUILIBRANTE

El aceite de jojoba proviene de la planta de jojoba (Simmondsia Chinensis), un arbusto que crece en zonas con climas secos y que posee importantes propiedades hidratantes y emolientes.

Contiene omega 6, vitaminas A, B1, B2, C , E y F. Es rico en ácido linoléico (restructurador y regenerador de la piel) y tiene un 96% de ceramidas, lo cual le proporciona su extraordinaria estabilidad frente a la oxidación, evitando que se altere con el paso del tiempo (de ahí la perdurabilidad de sus propiedades frente a otros aceites).

El aceite de jojoba es antioxidante y protege de los efectos dañinos de los radicales libres. También es antibacteriano. No tapa los poros y no causa ninguna reacción alérgica. Tampoco es irritante ni deja sensación grasa.

El aceite de jojoba para el cuidado del cabello:

Muy útil para el tratamiento tanto del cabello graso como del cabello seco y dañado. Aporta una hidratación profunda y equilibra los niveles de pH del cuero cabelludo. Además, en cabellos frágiles y quebradizos, también puede ayudar a fortalecer el folículo y aportar volumen al cabello. Esta versatilidad hace que sea uno de los ingredientes más utilizados en productos para el cabello como champús, acondicionadores y mascarillas capilares.
Al regular el flujo de sebo en los poros tapados, puede prevenir la pérdida de cabello, a menudo causada por folículos pilosos bloqueados, los cuales también pueden afectar al crecimiento del cabello. Estas propiedades le hacen útil también en casos de caspa y picores en el cuero cabelludo.

MODOS DE EMPLEO

Puede aplicarse frotándolo delicadamente sobre el cabello y/o cuero cabelludo (en este caso bastarán unas gotas) una vez calentado previamente (puede calentarse al baño María o incluso en el microondas). Dejar actúar el mayor tiempo posible, mínimo 30 minutos, y lavar después con champú.
Otra forma de realizar este tratamiento es untar el cabello de aceite de jojoba y luego recubrirlo con una toalla mojada en agua caliente. Posteriormente lavar el cabello.
Otra buena opción es mezclar una cucharadita de aceite de jojoba con nuestro champú y/o mascarilla capilar habitual. No deja residuos.
Incluso podemos también aplicar una o dos gotas en el cabello una vez lavado, le aportará mucho brillo.

El aceite de jojoba para el cuidado de la piel:

Es un excelente humectante. Puede utilizarse como hidratante corporal y labial. Penetra fácil y profundamente en la piel, la suaviza y protege de daños ambientes y climáticos. Es un excelente antiarrugas. Además, aumenta la elasticidad y firmeza de la piel y es un potente cicatrizante.
Muy útil en casos de acné, piel grasa, puntos negros y espinillas, ya que equilibra la producción de sebo, dejando el cutis menos graso, pero también hidratándolo y protegiéndolo sin obstruir los poros.

Posee propiedades antiinflamatorias y calmantes, por lo que disminuirá el enrojecimiento propio de las pieles con problemas. También puede ser útil aplicado después del afeitado.

Por otra parte, también podemos darle un uso desmaquillante: no obstruye los poros, no es irritante y no causa alergias. Elimina el maquillaje fácilmente a la vez que hidrata.

También es muy recomendado para tratamientos anticelulíticos.

MODOS DE EMPLEO

Además de aplicarlo untado directamente sobre la piel, pueden añadirse unas gotas de este aceite a la bañera.
También se puede mezclar con otros aceites para masaje.
Podemos, al igual que en los productos para el cabello, añadir unas gotitas de aceite de jojoba en nuestra crema hidratante facial y corporal, incluso en mascarillas faciales.
También puede aplicarse una pequeña cantidad en zonas específicas como codos, rodillas, manos o pies para suavizarlos.

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