Los cambios rutinarios y las largas jornadas festivas hacen que tu piel se vea más apagada y reseca.
Como cualquier otro órgano de nuestro cuerpo, la piel se fatiga y estresa. Las razones que la conducen al cansancio son prácticamente idénticas que las que agotan la mente pero, en navidades, la falta de descanso y los excesos de comidas y alcohol incrementan las consecuencias. Para recobrar el esplendor tu piel necesita eliminar toxinas y regenerarse.
RENUEVA LA VITALIDAD Y ENERGÍA DE TU PIEL
El alcohol, el frío, los choques térmicos, la contaminación o el sol dejan huella. Lo ideal es reiniciar el cutis, realizarse una puesta a punto que lo llene de energía y borre cualquier signo de fatiga. En casa, es el momento perfecto para iniciar una cura de choque a base de ampollas; de incluir en la rutina nocturna un sérum o crema con retinoides que ayuden a las células a renovarse, borren pequeñas arruguitas y signos de fatiga y contribuyan a iluminar el rostro. También son muy aconsejables las mascarillas con principios activos adaptados a tu edad. Las hay en muchas versiones y en formato unidosis. Una a la semana obra milagros.
Es imprescindible limpiar la piel para disminuir el tamaño del poro, ya que este se dilata por el exceso de grasa, células muertas y suciedad, en la que se incluyen tanto cosméticos, maquillaje o polvo externo. Para conseguir eliminar todas las impurezas tu mejor aliada es el agua micelar. Aplícala con un algodón, masajea en forma de círculo y repite la operación cambiando el algodón. Las veces que sea necesario. Como contiene mucha agua en sí misma, no es necesario aclararla.
Una vez finalizada la limpieza opta por las mascarillas faciales, son perfectas para recuperar la luz del rostro en solo unos instantes. Si tienes la piel muy seca, las mascarillas en crema contienen una gran cantidad de nutrientes que hidratan en profundidad.
Las ampollas calman, tonifican, aportan vitaminas y evitan la oxidación. Puedes utilizarlas en lugar del sérum si tu piel es mixta o grasa, o después, si es normal o seca, pero siempre antes de la crema hidratante.
Apuesta por los parches fríos para desinflamar los párpados y las ojeras.
