Nuestra piel puede reflejar múltiples desequilibrios, desde simples irritaciones hasta afecciones más persistentes. Entre las dolencias más comunes se encuentran la dermatitis seborreica y el impétigo, dos problemas cutáneos diferentes, pero que comparten un mismo desafío: alterar el aspecto y el bienestar de la piel.
Conocer sus causas, síntomas y tratamientos es fundamental para poder prevenir brotes, aliviar las molestias y mantener una piel sana y equilibrada.
Dermatitis Seborreica
Es un tipo de dermatitis que produce inflamación crónica en las zonas de la piel que tienen un gran número de glándulas sebáceas, como el cuero cabelludo, el rostro, el pecho y la espalda. Se caracteriza por la aparición de placas o costras rojizas con prurito y descamación de la piel.
Aunque no están del todo esclarecidas las causas, parece ser que las glándulas sebáceas crean un ambiente favorable para el crecimiento de un hongo llamado Malassezia, origen de esta dolencia.
No existe ningún remedio que la cure, pero pueden aliviarse los síntomas con champús anticaspa (si solo afecta al cabello). Cuando aparece en el rostro y el cuerpo, se utilizarán cremas antifúngicas y con corticoides.
Impétigo
Se trata de una enfermedad contagiosa, más frecuente en niños, que se transmite por el contacto directo. Se presenta en forma de costras de color amarillento.
Causas: Es una infección bacteriana que produce la inflamacion de la parte superior de la piel. Resulta más habitual en verano y cuando hay condiciones de higiene deficientes.
Se combate con antibióticos y cremas emolientes.
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