BENEFICIOS DE LA DUCHA CON AGUA FRÍA

El agua fría te activa, ayuda a que la piel no se deshidrate por el calor y, además, nos aporta muchos beneficios.

Una ducha a baja temperatura ayuda a nuestra piel y silueta de la siguiente manera:

. Alivia la sensación de cansancio.

. Descongestiona la piel, combatiendo rojeces.

. Cierra los poros.

. Ayuda a tonificar tu cuerpo, evitando la flacidez.

. Activa la circulación.

. Ayuda a reducir la grasa.

. Deshincha unas piernas cansadas: Aplica el chorro de agua fría desde el pie y sube poco a poco hasta las rodillas. Es importante hacerlo de abajo arriba, ya que el movimiento debe ir siempre en dirección al corazón.

. Tonifica el busto: Termina la ducha dirigiendo el agua fría sobre la zona del busto haciendo movimientos rotatorios. Procura hacerlos desde el exterior del pecho al interior, pasando de uno al otro, como si imitaras la forma de un ocho.

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