Mejorar tu rutina diaria de belleza para sacar el máximo partido a tus tratamientos puede aportar grandes cambios a tu piel, y además ahorrarás en cosmética.
Estos son algunos trucos te ayudan a potenciar el efecto de tus cosméticos:
APLÍCALOS POR ORDEN
El orden en que te aplicas los productos es clave para obtener todos sus beneficios:
– Sérum. Tras la limpieza facial, aplica el sérum. Aporta una alta concentración de activos y potencia la acción de las cremas que te pongas después.
– Crema de tratamiento. Elige la que más se adecúe a las necesidades de tu piel (hidratante, antiedad, matificante, iluminadora…). Extiéndela con movimientos ascendentes y deja que se absorba bien.
– Protector solar. Es siempre el último cosmético que te has de aplicar para preservarte de los rayos solares. Si usas maquillaje con protección solar y lo prefieres en su lugar, piensa que el SPF debería ser al menos 15 o 30 mínimo.
VER Post RUTINA FACIAL
¿CONTAMINAS TUS CREMAS?
Cada vez que metes la punta del dedo en tus tarros de crema, millones de gérmenes entran en contacto con ella y pueden acabar por contaminar las moléculas que la componen.
Puedes utilizar una espátula, muchos envases incluyen ya una espátula pequeña de plástico.
POTENCIA TU CREMA CON VITAMINA C
Los estudios de los laboratorios cosméticos han constatado reiteradamente su eficacia.
Los sérums que contienen vitamina C son capaces de potenciar las acciones biológicas de cualquier tratamiento aplicado después. Dan más luminosidad a la piel, frenan la hiperpigmentación y estimulan la producción del colágeno.
DESMAQUÍLLATE AL LLEGAR A CASA
No esperes hasta la noche, así comenzarás a oxigenar tu piel unas horas antes, eliminando las toxinas e impurezas acumuladas durante el día.
DESMAQUILLANTE BIFÁSICO, elimina las impurezas y el maquillaje más resistente y nutre la piel. Tu piel luce fresca y limpia: VER EN TIENDA
HIDRATANTES CON PROTECCIÓN SOLAR
Existe la creencia de que son más grasas, pero no es así; aúna las propiedades de la crema con una buena protección para tu piel.
MASAJE CON LAS DOS MANOS
Pon la cantidad habitual en la palma de la mano, caliéntala frotando contra la otra palma, y posa ambas en el rostro con presiones suaves, comenzando desde el centro del rostro hacia el exterior. Evitas mover los tejidos, previenes la ruptura del colágeno y la elastina y promueves el drenaje linfático, lo que descongestiona y ayuda a eliminar líquidos.
