A partir de los 30-35 años, las fibras de elastina y colágeno, responsables de la firmeza de la piel, empiezan a deteriorarse causando flacidez.
¿Estás acelerando la flacidez? Descubre si estás agravándola y corrige malos hábitos que la provocan:
– Te duchas con agua muy caliente. El calor provoca flacidez.
El exceso de calor dilata los capilares y perjudica la microcirculación, lo que puede derivar en celulitis.
Utiliza agua templada (28-30º), alternándola con fría (se trata de uno de los tratamientos spa más beneficiosos: alternar chorros de agua tibia con chorros de agua muy fría). El cambio drástico de temperaturas activará la circulación y tonificará la piel. Para que funcione, es muy importante que la presión del agua sea fuerte y que dirijas el chorro en dirección ascendente, desde el tobillo, pasando por la pierna y acabando en los glúteos.
– Llevas tacones. Tensan los músculos de las piernas y esto dificulta la circulación de retorno, empeorando la celulitis y con ella, la piel. Tampoco es correcto el calzado demasiado plano como sandalias o chanclas, ya que también entorpecen la circulación.
El tacón ideal: 3 – 5 cm. Y el alto, solo para ocasiones.
– Te sientas con las piernas cruzadas. Ejerces presión sobre los vasos sanguíneos y obstruyes la circulación. La mejor postura: sentarse con las piernas rectas y separadas. Si no puedes evitar cruzar las piernas, crúzalas entonces pero a la altura de los tobillos.
– Sigues dietas drásticas. Hacen que la piel no se adapte al cambio de volumen repentino y provocan flacidez. Por no mencionar el efecto rebote, que todavía produce más distensión en la piel. Mejor adelgazar progresivamente siguiendo una dieta equilibrada.
– Llevas ropa muy ajustada. Evítala. Si las costuras te dejan marca en la piel es que la prenda te aprieta demasiado. Dificulta la circulación y favorece la acumulación de toxinas y celulitis. Estás entorpeciendo el retorno venoso y linfático justo en las zonas más afectadas por la celulitis (piernas, glúteos y vientre). La celulitis empeorará porque estas zonas no reciben suficiente oxígeno ni pueden eliminar bien las toxinas acumuladas.
– Tomas mucho sol. Destruye las fibras de colágeno y se acentúa la celulitis y la flacidez. Es uno de los peores hábitos para tu piel, ya que los rayos UV producen millones de radicales libres, que contribuyen a debilitar el colágeno y acentuar la flacidez.
Evita las horas críticas (12 a 16 h) usa fotoprotector alto, mójate cada 15 min y, si estás en la playa, anda por la orilla para mejorar la circulación.
– Bebes mucho café. Aunque sobre tu piel funciona como un excelente anticelulítico, un exceso de cafeína bebida reduce la cantidad de sangre que llega a los tejidos.
Los excitantes y el alcohol tienen efecto vasoconstrictor e impiden la oxigenación de los tejidos, lo que conlleva un empeoramiento de la piel.
– Fumar resta firmeza a la epidermis. Produce un efecto vasoconstrictor: la nicotina afecta a la circulación y provoca que se frene la formación de colágeno y elastina, responsables de la firmeza, y la piel se debilita.
– No duermes 7-8 horas diarias. Dormir menos favorece la acumulación de grasa. Si te cuesta, ayúdate con aromaterapia en el dormitorio; la lavanda tiene efecto relajante.
– Vas siempre con prisas. En situaciones de estrés, liberamos gran cantidad de catecolamina, hormona que aumenta la producción de tejido graso. Regálate un masaje, ayudará a tu piel y a tu mente.
– Inmovilidad. Si tu trabajo requiere que estés todo el día de pie y no te mueves en absoluto del sitio, favoreces la insuficiencia venosa en las piernas. De la misma manera, si estás todo el día sentada y no te levantas en horas; se empeora la celulitis, porque posiblemente inclines el cuerpo hacia delante, ejerciendo presión sobre el abdomen. En ambos casos, varía la postura. Si trabajas de pie, siéntate cuando puedas y eleva las piernas para facilitar el drenaje. Si estás siempre sentada, da unos pasos cada 30 min y haz estiramientos.
– Añadir sal a las comidas puede provocar retención de líquidos, prueba a cocinar con especias.
– Beber poca agua repercute negativamente en tu piel. Si ingieres menos de 1,5 l al día, tendrás dificultades para eliminar toxinas y se agravará la celulitis
– Alimentación. El exceso de azúcar produce rigidez de las fibras de colágeno, que deriva en flacidez. Modera los alimentos ricos en azúcares y grasas animales y cámbialos por alimentos reafirmantes como legumbres (proteínas vegetales), cereales integrales (fuente de silicio) y cítricos (vitamina C).
– Anticonceptivos. Muchos favorecen la retención de líquidos y, con ello, la aparición de celulitis, consulta con tu ginecólogo.
– No haces ejercicio. Con el ejercicio los músculos se tonifican y estiran. Según estudios, es suficiente con 2-3 veces por semana y a ritmo moderado (entre 1 h y 2 h 30 minutos por semana) para conseguir beneficios significativos en tu salud circulatoria.
– No usas crema. La cosmética reductora funciona si eres constante. Si te aplicas el anticelulítico un día sí y tres no, difícilmente obtendrás buenos resultados. Usa la crema a diario, y mejor mañana y noche para tener el aporte continuo de los activos.
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