El estado del cabello y las uñas son un claro indicativo de nuestro estado de salud en general. Y, la mayoría de las veces, fortalecer estas zonas del cuerpo, también da un empujón a nuestras defensas, sobre todo cuando reforzamos el consumo de estos minerales:
– Zinc
La carencia de este nutriente, que activa el sistema inmunológico y previene, en especial, infecciones respiratorias, afecta especialmente al crecimiento del pelo y las uñas. El pelo crece menos tanto en longitud como en grosor, pierde brillo y se vuelve quebradizo. Las uñas, por su parte, ser rompen, se estrían o presentan manchas blancas. Son ricos en zinc la carne, el pescado, el queso curado, las verduras de hojas verdes, las legumbre y el huevo.
– Hierro
La fragilidad del pelo y las uñas y una menor capacidad de defensa frente a las infecciones son algunos de los síntomas del déficit de hierro. Abunda en la carne roja, los moluscos, las semillas (el sésamo, sobre todo), los frutos secos (el pistacho más que ninguno) y alimentos como al morcilla, el paté y los orejones.
– Además, alga espirulina para aportar fuerza y vigor
Enriquecer zumos, licuados y mascarillas capilares con espirulina en polvo ayuda a restaurar la queratina del cabello, lo que le proporciona resistencia y flexibilidad. Es apta para todos los tipos de cabello, ya que reequilibra el pelo graso y repara el cabello seco, frágil y dañado.
