La pérdida de volumen dérmico comienza hacia los 35 años por la disminución de la producción de ácido hialurónico y colágeno, materias de sustento de la piel. El ciclo natural del ácido hialurónico en la piel es muy corto, se pierde en 6 o 7 días.
La mayor o menor pérdida depende de la morfología base de la persona, nutrición, hormonas, estrés, masa grasa y muscular, la densidad dérmica y el entorno ambiental.
El ácido hialurónico es un componente esencial de la matríz dérmica de nuestra propia piel. La peculiaridad de su estructura la hace capaz de retener hasta 1000 veces su peso en agua. Por eso es tan importante reponerla de manera constante para mantener una buena hidratación.
Las fórmulas de los cosméticos son cada vez más eficaces, con ácido hialurónico de muy bajo peso molecular, capaz de penetrar en los niveles más profundos de la piel (hasta 0,12 mm) para fortalecer su cohesión. Seguir una rutina con cremas ricas en ácido hialurónico permite reponer la pérdida cotidiana de este componente. Mejoran el estado general de la piel y reducen la apariencia de las arrugas, porque las rellena.
Para potenciar la acción de la crema realiza un automasaje remodelador. Para que el ácido hialurónico penetre mejor y se incremente su efecto voluminizador, efectúa un masaje con movimientos rápidos y ascendentes usando las yemas de los dedos. Empieza por el cuello, pasa por el mentón y los pómulos y acaba en la frente.
