El aceite vegetal de hueso de albaricoque se trata de un aceite leve, apenas engrasa y es absorbido rápidamente por la piel. Está especialmente indicado para la piel madura y sensible, también en bebés.
En su composición encontramos altas cantidades de vitaminas A, B, C y E.
ACEITE VEGETAL DE ALBARICOQUE ECOLÓGICO
EN LA PIEL
Aporta luminosidad, hidratación y efecto calmante. Fortalece el tejido cutáneo, activa el metabolismo y apoya su recuperación celular.
Es muy utilizado en elaboraciones anticelulíticas, antiedad, lociones postsolares, aceites de cuidado infantil, aceites de masaje… y también apreciado en elaborados capilares como lociones y champús.
Se puede usar en todo tipo de pieles, siendo muy utilizado para nutrir y suavizar las pieles sensibles, secas o arrugadas y revitalizar las pieles cansadas. Se trata de un gran regenerador que ilumina las pieles apagadas y fatigadas. Ideal para tratar problemas de la piel asociados a la edad, como arrugas y manchas solares. Lucha contra la flacidez.
Ayuda a mantener la suavidad y elasticidad de la piel, ya que retiene la humedad, reforzando la capa hidrolipídica de la piel y evitando la sequedad. Además, actúa como barrera protectora ante los agentes externos (sol, viento…)
COMO DESMAQUILLANTE
El aceite vegetal de albaricoque solo o mezclado al 50% con aceite de almendras dulces, empapado en un algodón, arrastra fácil y suavemente el maquillaje dejando la piel limpia e hidratada.
EN EL CABELLO
Debido a su gran cantidad de nutrientes el aceite de albaricoque es muy favorable para hidratar y acondicionar cabellos secos, maltratados y sin brillo. Resulta muy efectivo para reparar cabellos estropeados por el sol, el efecto de los tintes, las planchas de pelo… No es recomendable su utilización en cabellos grasos.