El sedentarismo y un exceso de toxinas en la dieta perjudican el movimiento de la linfa, un líquido que circula por todo el cuerpo en una cantidad superior a la de la sangre para recoger los desechos que generan las células.
Cuando este líquido se acumula en determinadas zonas pueden aparecer edemas e hinchazones que producen pesadez e incluso pueden generar dolor. Estas molestias son más frecuentes en las piernas, pero también pueden darse en los brazos.
Algunos consejos para activar la circulación linfática son:
– Aumenta tus defensas
Estimular la circulación linfática, no solo combate estos síntomas, sino que ayuda a mantener altas las defensas del organismo, porque el sistema linfático facilita la producción de glóbulos blancos.
– Oxigénate e hidrátate
Los ejercicios de respiración y actividad física mejoran la circulación de la linfa. También se facilita su trabajo cuando se mantienen los tejidos hidratados bebiendo 2 litros de agua al día y siguiendo una dieta rica en hortalizas frescas y frutas.
– Regálate masajes
Frotar la piel con un cepillo de cerdas naturales o con un guante de crin activa la circulación linfática, así como los drenajes linfáticos que puedes realizarte masajeando suavemente la superficie de la piel varias veces a la semana.
El aceite vegetal de hipérico está indicado para tratar congestiones linfáticas.