Escoger el color de tu base de maquillaje no es tarea fácil. Siempre hay que elegir el tono más parecido de tu piel. Si necesitamos subirlo ya lo haremos después con el colorete o los polvos de sol. Y nunca optes por un tono más oscuro que el tuyo pues te añadirás años y es difícil difuminarlo en el escote, por lo que impide un maquillaje natural.

El tono del dorso de la mano, que es donde solemos poner la base fluida para apreciar el color, es diferente al de la cara. Por esta razón, es importante probar la tonalidad en el rostro y no en la mano.

Para saber cuál es tu color, sigue este truco: aplica 3 o 4 tonos que te parezcan los más parecido al de tu piel y extiéndelos uno a uno a lo largo de la línea de la mandíbula; luego, escoge el que desaparezca al fundirse con la piel.¿Cómo aplicarla?

– Siempre desde el centro hacia el exterior, sin olvidar de extender en la zona cercana a los ojos y las orejas.

– Aplica la cantidad justa. Se aconseja usar esponja o brocha para evitar el “efecto careta”; la piel lucirá sin manchas ni zonas más cargadas ni poco naturales.

– A veces conviene aplicar previamente el corrector – iluminador. Aplica primero éste sobre pómulos, aletas de la nariz, entrecejo y centro de la barbilla y en puntos más oscuros que quieras iluminar. Luego, pon la base en el resto de la cara, fundiéndola con la zona corregida (para que no quede una línea de separación), pero sin tapar el iluminador.

– Ten en cuenta la luz. Una buena iluminación es un punto importante a la hora de maquillarte; El mejor truco para elegir la luz con la que te maquillas, es hacerlo con la que te verán los demás. Por lo tanto, si te maquillas para salir de día, usa la luz natural; si te preparas para un evento especial por la noche, hazlo con una artificial.

– Por último, pero quizá lo más importante: Antes de dormir deshazte de todo con desmaquillante facial o limpiador. Solo así permitirás que la piel respire, evitando impurezas y el envejecimiento prematuro. Después de eliminar la base, es imprescindible aplicar un tónico y una crema nutritiva.

¿Cuáles son los errores más comunes?

. Elegir mal el tono

. Frotar enérgicamente

. Utilizar la luz inadecuada

. Difuminar mal; el resultado es que deja marcas en el cuello

. Aplicar otra capa de base cuando la primera no está bien difuminada; en estos casos conviene más lavar la cara y empezar de nuevo o pasar un pañuelo en las zonas donde existe más exceso de maquillaje.

. Usar demasiado producto

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