El pH (potencial de hidrógeno) es la medida que se utiliza para saber el nivel ácido o básico de cualquier producto que contenga agua. El valor de pH va de 0 a 14 siendo el 7 el valor neutro, por debajo del cual se trata de un pH ácido, y por encima, pH básico.
El pH cutáneo en una piel sana es de 5’5, pero este valor puede oscilar entre 4 (piel muy grasa) y 7 (piel muy seca).
La epidermis está cubierta por un manto ácido formado por flora bacteriana, fúngica y parasitaria residente en la piel. Esta flora tiene como función protegernos de diferentes infecciones impidiendo el desarrollo de microorganismos patógenos.
Para preservar este manto en perfecto estado, son muy importantes los factores de humedad, temperatura y pH.
TIRAS MEDIDORAS DE PH: VER EN TIENDA
Nos consultan muchas personas con la piel sensible, atópica o seca, que se cuidan con leches y cremas hidratantes corporales y faciales, pero sin embargo utilizan productos de limpieza corrientes como jabones de manos, geles de ducha… Es importante conocer que todos estos productos que contienen jabón tradicional tienen un pH básico en torno a 8-10, un pH que daña nuestro manto ácido de la piel contribuyendo o provocando esa sensibilidad, atopía o sequedad.
Son este tipo de pieles las que más atención deben poner (aunque es recomendable para todos) en usar productos que especifiquen un pH de 5’5.
Son los llamados syndets, se trata de geles de ducha que no contienen detergentes o jabón, limpiando la piel sin dañarla.
Igualmente pasa con la limpieza de nuestro cutis; es conveniente lavar nuestra cara con productos sin jabones que cuiden nuestra piel y no la resequen.
Además, los productos que puedan entrar en contacto con los ojos (como los contornos), tendrán pH 7, llamado pH fisiológico.
¡Esperamos haberos ilustrado un poquito en el tema del pH!
