La cosmética con activos refrescantes combate las inflamaciones, calma la piel, aligera, tonifica y reduce la grasa.
Muchos centros de estética cuentan entre sus tratamientos con la crioterapia (aplicación de frío localizado) que descongestiona, alivia la sensación de cansancio y ayuda a reducir la grasa.
También puedes conseguir estos efectos en casa utilizando productos efecto frío.
El gel de efecto frío es especialmente recomendable si sufres un problema de piernas cansadas; Aplícalo empezando por los tobillos y subiendo hasta las rodillas durante 3-5 minutos. Si puedes, después descansa con las piernas elevadas unos minutos.
Al estimular la circulación venosa y linfática “aligeran” las piernas cansadas e hinchadas, ya sea por predisposición genética, embarazo o, sencillamente, por el efecto del calor en verano.
Por lo general, estos geles contienen mentol, alcanfor, alcohol o determinados aceites esenciales como el de menta o hinojo, que actúan refrescando tras uno o dos minutos de su aplicación.
Además, puedes guardarlo en la nevera para potenciar su acción.
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Los anticelulíticos con efecto frío atacan la grasa localizada y reducen la piel de naranja; estos productos bajan la temperatura corporal, y el organismo trata de compensarlo generando energía a expensas de la quema de los depósitos de grasa acumulada.
Además, el frío estimula la microcirculación que a su vez potencia la eficacia de los principios anticelulíticos que están presentes en la crema.
También ayudan a drenar, en caso de que haya retención de líquidos. Los resultados son visibles a las pocas semanas, reduciendo el volumen de zonas como rodillas o abdomen.
Por último, tonifican; el efecto frío actúa contra la flacidez como si fuera un lifting, ayudando a que la piel gane en tersura y firmeza.
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