El caviar resulta un gran aliado de la regeneración cutánea por su contenido en aminoácidos, sales minerales y oligoelementos.
Tiene una composición muy rica: ácido graso esencial omega-3, fosfolípidos, vitaminas A, B1, B2, B6, D y E, microelementos como cobalto, cobre, fósforo, selenio y cinc y aminoácidos como glicina, histidina, arginina y asparagina.
Actúa como activador del metabolismo celular cutáneo (ayudando a la síntesis de colágeno, la hidratación, etc) y es un potente antioxidante.
El caviar es uno de los ingredientes más selectivos para el cuidado de la piel. En los últimos años ha ido incorporándose a los tratamientos estéticos por sus excelentes resultados y su extraordinaria eficacia.
En la antigüedad ya se utilizaba como cicatrizante, regenerador de heridas y en baños terapeúticos.
Su uso en cosmética en forma de extracto proporciona un aspecto más firme y luminoso a la piel. Se incorpora en sérums y cremas intensivas, especialmente destinadas a pieles envejecidas prematuramente, apagadas y desvitalizadas. Los productos que lo contienen generalmente son altamente nutritivos.
En tratamientos faciales ayuda a eliminar surcos incipientes y líneas de expresión. Además, tiene una función reestructurante en la capa superficial de la piel, es rico en glúcidos, proteínas, vitamina F y ácidos grasos esenciales que estimulan la regeneración celular (es decir, sirve como alimento a las células). Además, los alfahidroxiácidos oxigenan, afinan la piel y la dejan más luminosa. El tratamiento con caviar nutre, tonifica, hidrata, aporta firmeza y regenera la piel.
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