Una pérdida de peso excesiva o muy rápida, cambios hormonales, la acción de los rayos UV… toda una serie de factores pueden afectar a nuestro pecho, derivando en flacidez y estrías.

Esta zona tan delicada de nuestro cuerpo requiere de cuidados especiales: Protección solar elevada siempre que la expongamos al sol, uso de una adecuada sujeción y cosmética específica.

Elige bien el sujetador:. Debería ser de fibra natural para que la piel transpire, y debe recoger el pecho totalmente dentro de la copa.
El tirante de la espalda no debe quedar por encima de la línea del bajo pecho, de la misma manera el aro no puede elevarse por encima de la base del pecho.
Las tiras son importantes también: si son muy cortas o tiran demasiado dejando marcas, pueden provocar problemas de drenaje y mala circulación.
Si realizas ejercicio físico en el cual corres o saltas, tu sujetador debe incorporar refuerzo para que la musculatura de la zona no se perjudique.

Corrige tu postura:. Llevando siempre la espalda bien recta, ya que los hombros hacia delante favorecen el descolgamiento del pecho.

Cosméticos especiales:. La piel necesita hidratación para mantenerse elástica, por lo que es muy importante nutrir esta zona.

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Son recomendables algunos aceites vegetales como el de Almendra Dulce (contra las estrías), Aguacate (mantiene la elasticidad de los tejidos), Onagra (mantiene la piel hidratada y elástica) o Germen de Trigo (altamente nutritivo).

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Aprovecha el momento de la aplicación para realizar un suave masaje circular en la zona: Colocando la mano en el busto opuesto realiza movimientos ascendentes de la aureola hacia afuera, dibujando sucesivos 8.

Puedes aplicar también mascarillas en la zona. La arcilla puede ayudarnos a tonificar el pecho: Mezcla arcilla blanca con un poco de agua tibia o un aceite vegetal, aplica la mezcla sobre el pecho limpio dejándolo actuar entre 20 y 30 minutos, y aclara con abundante agua. Después hidrata realizando el masaje.

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Un último consejo: Al final de la ducha dirige un chorro de agua fría a la zona del pecho, el frío estimula la circulación sanguínea y reafirma los tejidos. Hazlo mediante movimientos circulares, desde el centro del seno hacia el exterior, evitando la zona de la aureola.

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