La falta de ejercicio favorece la acumulación de toxinas y de grasa, factores que pueden disminuir la densidad capilar y debilitar los folículos pilosos.
El sedentarismo, además de otras consecuencias, puede afectar la salud del cabello. Las toxinas, el mayor porcentaje de grasa corporal y la inflamación del organismo que suelen conllevar la falta de actividad física pueden dañar y agotar las células madre del folículo piloso. Estas células son determinantes para su regeneración, así como para el mantenimiento del ciclo de crecimiento del cabello. A esto se añade que, cuando no nos movemos, se produce una menor oxigenación del cuero cabelludo y la falta de irrigación de los folículos pilosos puede acabar debilitándolos. Incluso se miniaturizan hasta desaparecer.
– Vence el estrés
La actividad física es también el mejor antídoto para frenar las consecuencias de este factor que también se relaciona con la caída del cabello. El ejercicio aumenta la producción de neurotransmisores como la serotonina y sustancias como las endorfinas relacionadas con un mayor bienestar psicológico.
– Cuida la dieta
El riesgo de alopecia en la mujer se acentúa si, junto con el sedentarismo, la dieta es pobre en alimentos naturales (frutas, verduras, legumbres y pescado) y rica en grasas y azúcares. La inflamación en el organismo aumenta y la falta de nutrientes importantes para la salud capilar puede debilitar el cabello y propiciar los problemas de calvicie.
¿CÓMO FORTALECER TU MELENA?
Haz ejercicio y ten en cuenta estos buenos hábitos:
. Usa champús adecuados. Procura utilizar los que necesita tu pelo, que no alteren el pH del cuero cabelludo y aplícalos realizando un suave masaje.
. No abuses del secador. Si lo usas, modera la temperatura y aplica un protector térmico. Evita los peinados, que puedan romper fácilmente el cabello.
. Toma biotina. Los huevos, la leche y los plátanos son ricos en este nutriente (vitaminaB) cuya falta debilita el pelo.