Ciertos nutrientes te ayudarán a relajarte y a acelerar, por otro lado, la curación de los dichosos brotes de acné:
Omega 3
Quienes toman dosis suficientes de esta grasa esencial fabrican menos cortisol, la hormona del estrés. Como también disminuye los procesos inflamatorios, ayuda a reducir la severidad del acné. Se halla en el pescado azul, las nueces, el lino y las semillas chía.
Vitaminas B
Mejoran nuestra resistencia frente al estrés y mantienen la piel sana. Las personas con tendencia al acné necesitan, en especial, más vitamina B3 (cereales integrales, legumbres, pescado azul, pollo, orejones, cacahuetes, etc.)
Magnesio
Aparte de ser antiestresante, estabiliza los cambios hormonales y regula el exceso de sebo bajo la piel. Abunda en las semillas, los frutos secos, las verduras, etc.
Una alimentación rica en azúcares, harinas refinadas y grasas “malas” favorece la inflamación y allana el camino a la infección de los granos. El acné mejora cuando la dieta se basa en alimentos frescos y de origen vegetal (verduras, legumbres, frutas, etc.)
