¿La piel se «acostumbra» a las cremas?

Existe la creencia de que, si usamos una misma crema durante un periodo tiempo muy prolongado, la piel acaba por “acostumbrarse” a ella y “deja de hacer efecto”.

¿Es esto cierto? La respuesta es no.

Cuando empezamos a usar una crema por primera vez, es muy posible que notemos muy rápidamente sus efectos en un principio, y que con el tiempo, empecemos a percibir menos cambios. Esto se debe a que al comenzar a usar una crema por primera vez, sus principios activos actúan en las capas superiores de la piel, por lo que al principio podemos apreciar los resultados más fácilmente.

Pero, si hemos elegido una crema adecuada, debemos darle tiempo, sus beneficios aumentarán a medida que la utilicemos: sus principios activos irán llegando a las capas más profundas de la piel, favoreciéndose así de sus propiedades (ya sea relleno de arrugas, formación de colágeno, retención de agua…).

Esta falsa creencia se debe a que las necesidades de nuestra piel van cambiando con el paso de los años: irá necesitando más hidratación, perderá luminosidad… Por este motivo deberemos ir cambiando nuestro cosmético. Evidentemente la crema que utilizábamos a los 30 años no nos va a ir tan bien pasados los 40…

También podemos notar cambios en nuestra piel, y necesitará por lo tanto tratamientos distintos, por cambios hormonales, en las diferentes estaciones del año, o en épocas en las que estemos sometidos a mucho estrés.

Si eres muy fiel a tu crema favorita y no quieres cambiarla, pero tu piel requiere nuevos cuidados, puedes complementarla con otros tratamientos en función de las nuevas necesidades (como sérum, mascarillas…).

todocremas.com

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