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¿TIENES LA PIEL GRASA?

Aunque no lo creas, estás de suerte; La piel grasa está más protegida y tiene muchas ventajas:
Es mucho más fuerte. La grasa de este tipo de piel sirve de aislante natural frente a las posibles agresiones, y hace que la capa más externa del cutis sea mucho más resistente. Y al ser más fuerte, soporta mejor el frío, el viento…
Además, envejece mejor por estar más protegida frente a la deshidratación.
Pero ¿Qué cuidados especiales debes dedicar a este tipo de piel? Sigue leyendo

EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN EN LA PIEL

El principal enemigo de la piel ya no es solo el sol. La contaminación, esas partículas tóxicas que flotan en el aire no solo dañan los pulmones y el sistema inmunológico, también agreden la piel. La acción de estas micropartículas provoca una gran cantidad de radicales libres que la oxidan y debilitan, y además, altera todos los mecanismos de pigmentación, provocando manchas y agravando las existentes. Sigue leyendo

ÁCIDO HIALURÓNICO, ESENCIAL PARA NUESTRA PIEL

El ácido hialurónico es un carbohidrato que se encuentra de forma natural en nuestro organismo, mayoritariamente en la piel, que contiene el 50% del ácido hialurónico de todo nuestro cuerpo. Cada día, el cuerpo humano degrada y vuelve a sintetizar aproximadamente un tercio de todo el ácido hialurónico que contiene.

Se trata de un componente fundamental de la matriz extracelular de nuestra piel que se va perdiendo con la edad, las hormonas y la exposición al sol entre otros factores. Nuestros niveles de ácido hialurónico son máximos en la infancia y van disminuyendo con los años. A los 40 años, las reservas pasan al 50%, y después de los 60 años sólo queda un 10% en nuestro cuerpo. Con la edad, las células no solo producen menos ácido hialurónico, además, éste resulta ser de menor peso molecular. Sigue leyendo

EVITA LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS Y REDUCE VOLUMEN

Es importante evitar los “vaivenes” de peso y, para ello, hay que seguir una dieta equilibrada, ya que es la única que podrás mantener fácilmente; Que sea variada, con todo tipo de alimentos y sin cantidades excesivas.
Además, hay que practicar ejercicio de forma regular (al menos 150 minutos a la semana).
Es preferible perder peso con un método que combine una buena alimentación y ejercicio y luego mantenerlo, ya que las intermitencias no son saludables. Sigue leyendo