El aceite de germen de trigo se obtiene del germen del cereal del trigo, mediante la presión en frío de este germen.

Se trata de un aceite con un alto contenido en vitamina E y es muy rico en vitaminas del grupo B como la piridoxina (Vitamina B6), una vitamina cuya carencia puede producir en la piel problemas de sequedad y descamación. También es rico en ácidos grasos esenciales, como Omega 6 y 3. Además, posee proteínas y minerales.

Dado su elevado aporte de vitamina E destaca por sus propiedades antioxidantes, por lo que resulta muy útil retrasando el envejecimiento cutáneo, previniendo arrugas y flacidez de la piel.

Si somos aficionados a realizar nuestros propios cosméticos, el aceite de germen de trigo prolongará la vida de nuestros productos caseros naturales gracias a este potente poder antioxidante que le confiere su riqueza en vitamina E.

Hidrata y nutre la piel en profundidad , la protege de los daños de los radicales libres y fortalece sus defensas naturales. Su aplicación mejora de forma notable el aspecto de las pieles secas y resulta idóneo para revertir posibles daños sufridos en la piel.
Puede utilizarse para tratar enfermedades de la piel como psoriasis, eczema, dermatitis o erupciones. También para tratar quemaduras y reducir cicatrices.

Previene la formación de estrías.

Fortalece las uñas y suaviza las cutículas.

Es ideal para aceite de masaje, dada su viscosidad.

Muchos son los usos cosméticos de este maravilloso aceite vegetal:

Como aceite hidratante y nutritivo, ya sea facial o corporal. Podemos aplicarlo directamente o añadirlo a nuestra crema habitual. De la misma manera podríamos añadir un poco a nuestro gel de ducha.

También podemos mezclar unas gotas con nuestro limpiador facial; aumentará el poder desmaquillante además de hidratar la piel.

El cabello también puede verse altamente beneficiado por las propiedades del aceite de germen de trigo: Hidrata el pelo seco, elimina el frizz y cierra la cutícula en cabellos dañados. Aporta brillo y evita la rotura.
También ayuda contra la caída del cabello y estimula su crecimiento, contribuyendo a dar volumen.
Para esto, bastará con aplicar unas gotas y masajear el cuero cabelludo. Puedes después dejarlo actúar unos 30 minutos y posteriormente lavar el cabello.
También, calentando el aceite un poco previamente, puede aplicarse tibio de raíz a puntas y dejarlo actuar una hora para posteriormente lavarlo.

En conclusión, el uso regular del aceite de germen de trigo se traduce en una mejoría notable en el estado de salud de la piel y el cabello.

ACEITE DE GERMEN DE TRIGO: VER EN TIENDA

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